Características generales.-Las características de esta novela serán el propio realismo tanto psicológico como ambiental, considerado como una categoría literaria y artística en general, aplicable a obras de cualquier época. Coincide con el momento de esplendor de la novela moderna en toda la literatura occidental.
El tema fundamental es el conflicto surgido en el individuo frente a la sociedad en la que vive, coincidiendo con el tema esencial del romanticismo. La diferencia es de enfoque: mientras en el romanticismo prevalece el individualismo, el realismo amplía el enfoque, por un lado, en el comportamiento del individuo (psicologismo) y, por otro, en los mecanismos de la sociedad que rodea y acecha al individuo (sociología).
Predomina la narración lineal, de narrador externo, omnisciente, en tercera persona. Tampoco faltan el modelo de narración autobiográfica y la narración epistolar, que ofrece la ventaja, desde el punto de vista del realismo psicológico, de que los personajes se retraten a sí mismos con sus propias palabras.
El estilo suele ser sencillo y accesible.
Desarrollo.- tres etapas. La primera es una etapa de transición entre el romanticismo y el realismo que comprendería principalmente a Fernán Caballero y a Pedro Antonio de Alarcón con sombrero de tres picos de carácter costumbrista. La segunda etapa propiamente realista, vendría representada por autores como Galdós al que se le atribuye el comienzo de la novela realista española a partir de La fontana de oro, creada en su primera época, constituida por una serie de novelas históricas y de tesis. Destacan en esta etapa Doña Perfecta, Gloria , Marianela y las dos primera series de los Episodios Nacionales.
La segunda época, corresponde a sus mejores novelas. El realismo alcanza su plenitud, y se mezcla con elementos naturalistas. Fortunata y Jacinta es la más importante.
La tercera época, corresponde a un periodo crítico del autor, que le lleva a una profunda reflexión espiritual en sus novelas. Nazarín o El abuelo, además de las tres últimas series de los Episodios Nacionales.
Leopoldo Alas “Clarín” se caracteriza por su figura de cuentista con obras como el entierro de la sardina y su obra maestra la Regenta centrada en el adulterio y en el honor del marido engañado.
Y la tercera etapa, correspondiente al naturalismo, antes que una corriente literaria se podría decir que es filosófica, su doctrina se basa en que el comportamiento humano no depende tanto de la voluntad del individuo como de la genética y el ambiente que lo rodea.
Su máxima representante es Emilia Pardo Bazán, gran figura intelectual de su tiempo que luchó contra detractores del naturalismo. Su obra más destacada es los pazos de Ulloa ambientada en Galicia.
Además, destacaremos a Vicente Blasco Ibañez, al cual su estética narrativa lo adscribe inequívocamente al naturalismo pese a que cronológicamente no le correspondería. Sus novelas más representativas, al igual que en Pardo Bazán, son de ambiente regionalista y destacamos la barraca y cañas y barro.
El teatro realista se debate entre el drama, derivación neorromántica en el que sustituye ambientes históricos por contemporáneos, y la alta comedia, más o menos sujeta a la pervivencia de la comedia moratiniana. Será Ventura de la Vega con El hombre de mundo quien marque la transición entre romanticismo y realismo.
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