domingo, 4 de agosto de 2013

TEMA 11: Teatro posterior a la guerra civil

Al terminar la guerra civil, el panorama teatral español ofrecía un aspecto desolador. A la penuria habitual de un medio dominado por empresarios al servicio de los gustos e intereses de la burguesía, se sumaron la censura ideológica y estética del nuevo régimen dictatorial.

Continuidad en el teatro burgués.- En los años cuarenta encontramos una continuación del teatro burgués del periodo anterior, siguiendo la línea benaventiana, cultivando el género de la comedia de salón y el género de tesis. Sus rasgos más acusados son el conservadurismo ideológico y el convencionalismo estético, oscilando entre la amable comicidad y el melodramatismo más desaforado.
Destacamos la obra de Alfonso Paso, autor de una centena de comedias como Los pobrecitos. También cabe nombrar a Calvo Sotelo con la muralla.

Innovaciones en el teatro cómico.- Dentro del teatro cómico se inserta una de las figuras más destacables del teatro contemporáneo: Miguel Mihúra. Su obra más conocida es Tres sombreros de copa, donde se muestran los convencionalismos de la mentalidad burguesa destacando la originalidad de los diálogos.

Nuevos dramaturgos. Realismo social, existencialismo, simbolismo, expresionismo.- Frente a este teatro cómico y burgués va a desarrollar un el realismo social y existencial, que va a estar representado por Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre.
Alfonso Sastre.- Su obra más representativa es Escuadra hacia la muerte, una visión angustiada y pesimista de la condición humana.
Antonio Buero Vallejo.- Destacará con su obra la fundación, que es una represión de los regímenes dictatoriales y la crueldad de estos.

Por parte cabe destacar a Antonio Gala, cultivador de un tipo de comedia con toques líricos, como en Los buenos días perdidos.

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